Quetzal

Los antiguos Dioses decidieron que el celeste sería el color de los cielos, las nubes serían blancas y el mar se tornaría azul; mientras el inmenso manto de bosques, selvas, manglares y pastizales cubrirían la tierra pintándola de verde. Decidieron que el verde sería el color más puro. El color de la vida, el de mayores tonalidades, y así, caprichosamente tiñeron de color verde a plantas, a flores, a insectos y a diversos animales. Pintaron también piedras preciosas como las esmeraldas y el sagrado jade, pero el verde más hermoso del planeta lo guardaron celosamente para que un ser único y divino fuera el portador. El es la mítica Encarnación de un Dios en la tierra, Dios de Dioses, Dios de la vida, la luz, la fertilidad y el conocimiento, también amo y señor de los vientos, regidor del Oeste, Hijo predilecto del Sur. Quetzalcóatl para algunos, Kukulcán para otros. Desde entonces ningún verde en la faz de la tierra es tan hermoso como el verde iridiscente del Mágico Quetzal.

FotografÍa realizada en las montañas del Norte de Chiapas.